Punto de paso obligado en las comunicaciones entre el valle del Saja y la meseta desde épocas pasadas,la importancia del camino ha quedado bien reflejada en su arquitectura. El pueblo de Los Tojos es uno de los ejemplos más representativos y mejor conservados que existe, de aldea lineal, con una hilera ininterrumpida de casas adosadas dispuestas siguiendo el trazado del camino, de casi 200 metros.
El uso de la madera como materia prima para la construcción de edificios y la elaboración de toda serie de herramientas, utensilios y muebles, es un sello de identidad de la Comarca Saja Nansa. Sin embargo, en Los Tojos y en Colsa, tiene un significado y una relevancia especial. Los ebanistas, carpinteros y artesanos de Los Tojos han tenido una fama muy reconocida,siendo muy conocidos y cotizados sus trabajos.Tal es así, que incluso llegan a formar escuela propia: la Escuela de Los Tojos de Mueble Montañés, la cual vive su momento de mayor esplendor entre los siglos XVI y XVII. Con el paso de los años y, a medida que se fueron perfeccionando las técnicas y mejorando la calidad de los trabajos, muchos ebanistas recurrían a maderas foráneas traídas desde otras provincias ya listas para trabajar. En este aspecto es importante destacar que, para poder trabajar la madera y que ésta no se agriete o genere problemas después de su elaboración, debían encontrarse en las condiciones óptimas de humedad, secado, etc. Poco a poco ,estas “protoindustrias” fueron desapareciendo de la zona, muchos ebanistas emigraron a trabajar a otros puntos de la geografía española, donde su trabajo era muy valorado. Además de la fabricación de muebles, tambien ha sido de gran importancia la elaboración de carros, herramientas y útiles de madera para venderlo en Castilla. Esta práctica era muy habitual en toda la Comarca pero, en estos pueblos, al igual que en Saja, Bárcena Mayor y otros pueblos de la zona, se ha mantenido hasta los años 70 del siglo XX, es lo que localmente se conocía como garauja.
La riqueza de recursos naturales de los que dispone este zona ha sido determinante para en el desarrollo de estas actividades. Para la fabricación de muebles se recurría principalmente a maderas de castaño, nogal, roble, y más recientemente haya; para la construcción las maderas más utilizadas eran roble, castaño y nogal; y para la elaboración de la garauja era habitual usar avellano, abedúl, fresno, haya, acacia, castaño, etc...(maderas en general más faciles de trabajar y más ligeras)..
El característico relieve de esta zona hace que sea un excepcional lugar para el avistamiento de aves rupícolas y rapaces como el buitre leonado. Esta área está incluida en la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de la Sierra del Cordel y Cabeceras del Nansa y del Saja. Otra figura de protección que protege este entorno son los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC):el LIC del río Saja y el LIC de los valles altos del Nansa, Saja y Campoo.Desde el alto del Pico Cueto (949 m. de altitud), situado en la conocida como Peña de Colsa, pueden apreciarse unas vistas impresionantes de los montes que conforman la cabecera del Saja, así como de los pueblos de Colsa, Los Tojos y su singular terrazgo.