Situada en la divisoria de aguas del Saja y del Nansa, la Collada de Carmona por su ubicación y características ha sido históricamente utilizada como una zona de paso desde épocas pasadas.
Asociado a las Guerras Cántabras y a la posterior época de pacificación, se ha datado un resto arqueológico en Majadabueyes (Cueto de El Haya) del siglo I a.C., descubierto a principios del siglo XXI.Fue identificado, a pesar de las dificultades de interpretación que presenta este lugar, como un campamento romano de campaña.Se conserva un perímetro de 510 m, una planta trapezoidal con esquinas redondeadas y agger de tierra extraída de un foso, que cumple con los cánones habituales de la castramentación romana de campaña.


La collada de Carmona ofrece unas panorámicas excepcionales al encontrarse en la vertiente de los valles del Nansa y del Saja a unos 611 m. Además de estos característicos fondos de valle, se pueden apreciar hacia el norte la cercana Sierra del Escudo de Cabuérniga y la espectacular crestería karstificada de la Collada de Ozalba hacia el oeste. Al fondo, dirigiendo la mirada hacia el sur, se contemplan las majestuosas cumbres de Peña Sagra y de la Sierra del Cordel.