La cueva es un auténtico paraíso de espeleotemas como estalactitas, estalagmitas, coladas, banderas, macarrones…,así como formaciones tan singulares como las pisolitas, las excéntricas o helictitas de aragonito y calcita. En todas las formaciones predomina el color blanco de la calcita combinado con rojos del óxido de hierro, los negros de óxido de manganeso y los azules.

De entre todas las formaciones presentes en la cueva,destacan las excéntricas de aragonito y calcita que carecen de un eje central, presentando formas caprichosas e imprevisibles, ajenas a la fuerza de la gravedad.

Además, en la cueva de El Soplao se han descubierto, por primera vez en el mundo en un ámbiente de cueva, estromatolitos (los estromatolitos son las primera evidencia de vida en el planeta, localizados en la Bahía Shark, Australia, hace 3.500 millones de años). Son bacterias fosilizadas, que vivieron en un antiguo río subterráneo, hoy inactivo, que con el paso de tiempo se convirtieron en roca. Su peculiaridad es que son las primeras encontradas en ausencia de luz y que se alimentaban de óxido de manganeso.

Otro de los descubrimientos de El Soplao, es un nuevo mineral espeleotémico, la zaccagnaita-3R, el primero encontrado en una cueva con forma octaédrica y un zonado de fluorescencia, además de ser rico en aluminio. Se trata de un mineral muy apreciado, especialmente como catalizadores en procesos industriales, tratamientos de agua y en farmacias.

Los vestigios que existen de patrimonio arqueológico industrial dentro de la mina son las galerías mineras con sistemas de entibación de madera, traviesas de madera utilizadas para el transporte de las vagonetas, un captador de agua, canales de madera de desagüe, taludes, vagonetas, traviesas,… tan importante como lo anterior son los restos de su paso que dejaron los mineros, como sus fechas de estancia y nombre en la zona llamada desecación poligonal o restos de latas de comida.

Gracias a ésta explotación minera se fue creando un poblado, La Florida, en la misma cumbre de Sierra de Arnero, en las primeras zonas de explotación, donde también se registraron algunas viviendas aisladas por toda la zona. El pueblo llamado La Florida carecía de servicios mínimos lo que originó el abandono del mismo y el traslado de sus gentes al pueblo de Caviña y a otros núcleos de población cercanos.

Del pueblo de la Florida sólo quedan vestigios de algunos muros (capilla, escuela, polvorín, viviendas, lavaderos, cuadras) y con suerte se pueden ver todavía algún zanjón (explotación a cielo abierto). Por otro lado en la plaza el monte en Caviña, los vestigios son los lavaderos y la planta de calcinación, el castillete del pozo Lacuerre (de 167 m de profundidad y galerías amplias) en la zona cercana a la entrada de El Soplao, donde estaba la jaula, transformador,...