El Camino de Santiago del Norte, variante del Camino Francés, es una de las primeras vías de peregrinación hacia Compostela puesto que el itinerario principal, a su paso por La Rioja y Navarra, se encontraba amenazado por las incursiones musulmanas. A pesar de las dificultades geográficas que suponía salvar rías y entradas de mar con barcas o dar largos rodeos, el camino del Norte era más seguro y empezó a ser más transitado. A raíz de esto fueron surgiendo ermitas e iglesias con advocación a Santiago, así como monasterios y hospitales para dar cobijo al peregrino.