Francisco de Rábago y Noriega, nace en Tresabuela en el año 1685 y fallece en Madrid en el año 1763. Este eclesiástico, jesuita, que fue confesor del rey Fernando VI desde 1747 hasta 1755, gozó de gran influencia en la corte. También fue Director de la Biblioteca Nacional y profesor en importantes universidades como la de Valladolid, Salamanca, La Sorbona o el Sacro Colegio Romano.
Gracias a su cercanía al Marques de la Ensenada y al Papa Benedicto XIV, consiguió influir sobre muchos asuntos de estado, como el concordato entre España y la Santa Sede de 1750, o la erección del Obispado de Santander en 1754 y, un año más tarde, que se le concediera el título de ciudad a Santander. Pero, su oposición al tratado de 1750 entre Madrid y Portugal, sobre la libre navegación en Río de la Plata, causó su caída.
La implicación con su tierra natal llevó a que en 2004 se reconociera a Tresabuela como Lugar Cultural (sitio histórico) y fuese declarado Bien de Interés Cultural. Aquí, en su localidad de nacimiento, mandó hacer su casa, inconclusa, y colaboró en la reconstrucción de la iglesia de los Santos Mártires Facundo y Primitivo, que cambió de advocación a San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, a la que pertenecía.