Localidad de paso histórico que alberga edificios de gran interés, mezclando la arquitectura tradicional popular con las grandes casonas.

Situado junto al arroyo Covallín, afluente del río Nansa, y mirando hacia el suroeste, encontramos esta localidad purriega que se desarrolló como lugar de paso, como indica su topónimo, que alude directamente a la existencia de un puente.


Lo más probable es que el desarrollo de esta localidad esté ligado a la existencia de esta infraestructura, muestra de ello sería la primera advocación de la ermita originaria, dedicada a Nuestra Señora de la Puente, sobre la que hoy se asienta la Iglesia de Nuestra Señora de la Natividad. Por otro lado, su nombre también hace referencia a la existencia de “pomares” o manzanos, siendo una buena tierra para su plantación.


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