Esta iglesia es uno de los escasos ejemplos de arquitectura románica que se conserva en la comarca Saja Nansa.

El templo dedicado a Santa María en El Tejo, ocupa el espacio de lo que fuese un monasterio de la Orden premostratense de San Norberto, que en el siglo XII recibió del rey Alfonso VIII propiedades y derechos en la zona.


El edificio religioso conserva elementos de su fábrica original de estilo románico en el muro meridional, con canecillos en la cornisa representando diversas formas cilíndricas y geométricas; y, con una ventana con arco de medio punto decorado con guardapolvo, cimacio ajedrezado y arquivoltas de baquetón sobre columnas dobles.


El interior de esta iglesia tiende al estilo gótico, con arco triunfal apuntado y capiteles con figuras animales y humanas. Además, alberga dentro de sus muros una talla en piedra de una Virgen sedente con niño que se remonta al siglo XV y que conserva restos de policromía.