Este impresionante desfiladero, que es capaz de quitar más de un aliento con sus paredes de más de 1.000 m y sus más de 20 km de longitud, acoge a una importante avifauna y unos valores ecológicos muy importantes.

Estas paredes, donde la inaccesibilidad es uno de sus caracteres, lo aprovechan varias especies de rapaces, entre las que se encuentran el buitre leonado, el águila real, el alimoche o el halcón peregrino. Además de estas paredes, en esta figura de protección se recogen hábitats forestales y de ribera, en el que habitan aves tan significativas como el milano, el chotacabras gris y el martín pescador, especie que es gran indicadora del estado de salud de estos espacios de ribera.