En Venta Vieja, encontramos un refugio bien equipado, que está rodeado de las brañas del puerto donde pastan el ganado equino y bovino, desde aquí puede verse el municipio de Los Tojos. En este pastizal domina el silencio que sólo se rompe por la brisa y el batir de las alas de las aves que reinan este maravilloso entorno.
Ozcaba ha constituido un histórico punto de paso en las comunicaciones con la meseta, por aquí han transitado generaciones de segadores, carreteros y viajeros.
Ozcaba se encuentra dentro de los límites de la Mancomunidad Campoo Cabuérniga. Esta mancomunidad constituye una unidad administrativa sin población, que es gestionada de forma mancomunada por los municipios de Cabuérniga, Ruente, Los Tojos y los pueblos altos de Campoo de Suso (Ablada, Hoz de Abiada, Barrio, Celada, Naveda, Entrambasaguas La Lomba, Villar, Ormas y Proaño), los cuales poseen la titularidad y propiedad de un territorio de unas 7.000 ha, situado en las cabecera de los valles del Saja y del Nansa, en la vertiente norte de la Sierra del Cordel. Se trata de un singular ejemplo de gran propiedad comunal que, por su sistema de gestión compartida y características, hace que sea un caso singular.
Este territorio ha sido una zona de pastoreo para las comunidades próximas desde el Calcolítico (hace unos 4.500 años). Sin embargo, a partir del siglo XV, el aumento de la cabaña ganadera, así como la implantación de nuevos conceptos de propiedad, hacen que surjan conflictos entre los diferentes usuarios de los pastos.Por ésto,se ven obligados a la elaboración de una Concordia de Pastos en 1497, por la cual los vecinos de los municipios cabuérnigos (Cabuérniga, Ruente, Los Tojos), podían subir sus ganados durante el verano a pastar a los montes de la Hermandad de Campoo de Suso, a cambio de que los ganados de la Hermandad, en época de nieve, pudiesen pasar y pastar por los términos de Los Tojos, Cabuérniga y Ruente en su trashumancia habitual hacia las zonas costeras. Hasta finales del siglo XVI, parece ser que todo el terreno que ocupa actualmente la finca de la mancomunidad era propiedad de la Hermandad, siendo la protagonista de innumerables conflictos entre sus usuarios y propietarios. Finalmente y, tras siglos de pleitos en 1743, los cuatro ayuntamientos (Ruente, Cabuérniga, Los Tojos y Campoo de Suso), forman una mancomunidad, para el disfrute y aprovechamiento de los montes públicos y terreno deslindado por la misma.