Núcleo que toma su nombre del propio río Nansa, es además nodo de comunicaciones que une el Valle de Cabuérniga con el Valle de Lamasón, Tudanca y Polaciones, siendo el centro económico y comercial de la comarca.

La historia de Puentenansa ha estado ligada a su ubicación estratégica por ser cruce de caminos. Es capital de municipio donde se reúnen todos los servicios y equipamientos públicos.


Conocido históricamente como Vao del Nansa, esta localidad se caracteriza por su condición de punto de encuentro de caminos desde épocas remotas, por un lado conecta el litoral con el interior y el paso a Castilla, y por otro se encuentra en el eje de comunicaciones este-oeste, entre Cabezón de la Sal, Valle de Cabuérniga y Carmona con Lamasón, Peñarrubia y Liébana. Posee varias casas en hileras y algunas casonas que conservan el estilo tradicional, aunque es un conjunto bastante alterado por construcciones modernas, tanto es así, que se ha encontrado un sarcófago altomedieval en las proximidades de la Capilla del Corazón de Jesús, reutilizado como jardinera, que en origen pudo proceder de una necrópolis situada junto al referenciado monasterio de San Sebastián de Cabrojo (siglo XIII).


El legado arquitectónico de Puentenansa, toma valor gracias a la figura de los indianos, en el caso de las desaparecidas ermitas de San Roque y capilla de San Miguel, se funda una capellanía y se crea la figura de nuestra señora del Rosario con presupuesto indiano. A principios del siglo XX, el retablo de San Roque fue trasladado a la capilla de Sagrado Corazón debido al estado ruinoso de la ermita. En lo que se refiere a la arquitectura civil de Puentenansa, destacan las ruinas de la antigua casona del siglo XVIII y los conjuntos de las casonas en hilera, que conservan los escudos de armas de Celis y de Bedoya.


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