Es el Lugar de Importancia Comunitaria más extenso de los establecidos en Cantabria,tratándose de un espacio de alta y media montaña con una gran representación de los bosques típicos de Cantabria.

Hábitat en su día del oso pardo, su presencia puede cada vez verse más acentuada gracias a la recuperación de sus poblaciones. Los bosques son de robles y hayas, acompañados por pastizales de altura, donde surgen narcisos endémicos del norte peninsular.


El aprovechamiento estival de los puertos, que existe en este territorio, ha sido el sustendo durante siglos para una ganadería extensiva y trashumante que aún persiste en la actualidad y que constituye un valor más de esta zona. Son destacables los brezales (como Erica mackaiana, que junto con los pastos, forman mosaicos de gran valor ecológico.